Hoy, 21 de octubre se celebra el “Día Mundial del Ahorro de Energía” representando la oportunidad ideal para que toda la sociedad tomemos conciencia sobre la necesidad real de ahorrar energía cambiando nuestros hábitos de consumo.
El transporte es el sector que más energía consume en España, alcanzando un 40% del total nacional. En este sentido, solamente el vehículo turismo representa aproximadamente el 15% de toda la energía final consumida en España.
Bajo este contexto, el uso racional de los medios de transporte y la gestión eficiente de las flotas de vehículos es un elemento cada vez más importante para conseguir un mayor ahorro energético en el sector del transporte.
Se oye hablar de la conducción eficiente pero, ¿el consumidor sabe realmente de qué se trata? Básicamente, es introducir cambios en los hábitos de conducción para adaptarlos a las innovaciones introducidas en los motores actuales que permiten reducir el consumo de carburante, la contaminación ambiental, aumentar la seguridad en carretera, mejorar el confort de los ocupantes…
Los beneficios de una conducción eficiente se pueden resumir en:
– Un ahorro medio de combustible del 15%.
– Mejora medioambiental.
– Reducción del 15% de las emisiones de CO2.
– Disminución de la contaminación acústica.
– Aumento del confort del vehículo.
– Reducción del estrés del conductor.
– Disminución del riesgo de accidentes.
Decálogo para una conducción eficiente
De este modo, arrancar el motor sin pisar el acelerador, circular con marchas más largas y a bajas revoluciones, reducir la marcha lo más tarde posible especialmente en las bajadas, mantener una velocidad uniforme evitando aceleraciones y cambios bruscos de marcha o conducir con una adecuada distancia de seguridad y un amplio campo de visión que permita ver dos o tres coches por delante, son algunas de las medidas que ayudan a hacer una gestión energética más eficiente durante la conducción.
1. Arranque y puesta en marcha
Arrancar el motor sin pisar el acelerador.
En los motores de gasolina iniciar la marcha inmediatamente después del arranque.
En los motores diesel, esperar unos segundos antes de comenzar la marcha.
2. Primera marcha
Usarla sólo para el inicio de la marcha; cambiar a 2ª a los 2 segundos o 6 metros aproximadamente.
3. Aceleración y cambios de marchas
Según las revoluciones:
En los motores de gasolina: entre las 2.000 y 2.500 r/min
En los motores diesel: entre las 1.500 y 2.000 r/min
Según la velocidad:
a 2ª marcha: a los 2 segundos o 6m
a 3ª marcha: a partir de unos 30 km/h
a 4ª marcha: a partir de unos 40 km/h
a 5ª marcha: por encima de unos 50 km/h
Acelere tras la realización del cambio.
4. Utilización de las marchas
Circular lo más posible en las marchas más largas y a bajas revoluciones.
Es preferible circular en marchas largas con el acelerador pisado en mayor medida que en marchas cortas con el acelerador menos pisado.
En ciudad, siempre que sea posible, utilizar la 4ª y 5ª marcha.
El coche consume menos en las marchas largas y a bajas revoluciones. Por ejemplo, un coche de pequeña cilindrada (1,2 litros), circulando a una velocidad de 60 km/h.
En 3ª marcha, consume 7,1 litros de gasolina,
En 4ª, 6,3 litros (un 11% menos),
En 5ª, sólo 6 litros (un 15% menos).
5. Velocidad de circulación
Mantenerla lo más uniforme posible; buscar fluidez en la circulación, evitando los frenazos, aceleraciones y cambios de marchas innecesarios.
Moderarla: el consumo de carburante aumenta en función de la velocidad elevada al cuadrado. Un aumento de velocidad del 20% (pasar por ejemplo de 100 a 120 km/h), significa un aumento del 44% en el consumo (de 8l/100 km a 11,5l/100 km).
6. Deceleración
Levantar el pie del acelerador y dejar rodar el vehículo con la marcha engranada en ese instante.
Frenar de forma suave con el pedal del freno.
Reducir de marcha lo más tarde posible, con especial atención en las bajadas.
7. Detención
Siempre que la velocidad y el espacio lo permitan, detener el coche sin reducir previamente de marcha.
8. Paradas
En paradas prolongadas (por encima de 60 segundos), es recomendable apagar el motor.
9. Anticipación y previsión
Conducir siempre con una adecuada distancia de seguridad y un amplio campo de visión que permita ver 2 ó 3 vehículos por delante.
En el momento en que se detecte un obstáculo o una reducción de la velocidad de circulación en la vía, levantar el pie del acelerador para anticipar las siguientes maniobras.
10. Seguridad
En la mayoría de las situaciones, aplicar las reglas de la conducción eficiente contribuye al aumento de la seguridad vial.
Pero obviamente existen circunstancias que requieren acciones específicas distintas, para que la seguridad no se vea afectada.
Además ¡Circulando en cualquier marcha, sin pisar el acelerador, y por encima de 1.500 r/min, o unos 20 km/h, el consumo es nulo!
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