El carburante continúa siendo una parte esencial del presupuesto de muchas familias españolas. El Instituto de Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) apunta, en la última edición de su Guía de Turismos, una cadena de consejos para tasar, en todo lo que se pueda, ese gasto.

No solo el cuidado del medio ambiente es el responsable de que apostemos por coches más sostenibles, también miramos por nuestros bolsillos. Ahorrar carburante es esencial para que conducir sea una actividad viable y, por suerte, hay maneras de que los resultados se noten.

  • Cuidado con el aire acondicionado y las ventanillas

Si eres de los que instintivamente enciende el aire acondicionado cuando entra en el coche, puedes estar gastando una buena parte de carburante sin darte cuenta. El aire solamente hay que utilizarlo para cuando los requerimientos térmicos sean reales. De no ser así, el consumo puede subir un 12%.

En verano, hay que tener en cuenta que hay ventanillas, y que, si hace mucho calor en el coche, lo primordial es bajarlas antes de arrancar y en los primeros minutos de conducción, para sacar el calor del coche. Después de este paso es cuando debemos encender el aire acondicionado.

  • ¿Cuánto pesa tu coche?

Según el RACE, conducir con 100 kilos de más aumenta el consumo un 6%. Por eso, quita las cargas que sean innecesarias. Por otro lado, además es importante desacoplar el remolque o la baca, si no los estamos utilizando, porque incrementan el peso del coche y pueden ser los responsables de que el depósito del coche se vacíe a más velocidad.

  • Observa tu velocidad

Otro consejo recomendado con las rutinas de conducción es que controles la velocidad siempre. Esto significa que tu velocidad debe ser constante para controlar el consumo.

Una gran idea es que, cada vez que puedas, vayas por autopistas y autovías o por carreteras sin curvas o muchos obstáculos como baches, ya que te exigirán frenar y acelerar continuamente y, por lo tanto, a gastar combustible con estas maniobras.

  • Haz mantenimiento, sobre todo en las ruedas

Hay que inspeccionar la presión de los neumáticos y certificar que llevan la marcada por el fabricante. En caso contrario, no solo vamos a tener más probabilidades de sufrir un accidente, sino que además puede contribuir en el gasto de un 4% más de combustible.

  • Escucha el motor

Si estás conduciendo y comienzas a escuchar ruido, puede ser que sea hora de cambiar de marcha. Si no lo haces, te tocará ir a la gasolinera más a menudo.

Hay que circular constantemente con la marcha más alta posible. Para no despistarnos, deberíamos tener en cuenta que en un diésel hay que cambiar de marcha entre las 1.500 y las 2.000 rpm. En un gasolina, de lo contrario, habrá que apurar un poco más, entre las 2.000 y 2.500 rpm.